Se puede considerar que una definición de uso común en círculos
comerciales es la siguiente: “Una empresa es un sistema con su entorno
definido como la industria en la cual se materializa una idea, de forma
planificada, dando satisfacción a demandas y deseos de clientes, a
través de una actividad comercial". Requiere de una razón de ser, una misión, una estrategia, objetivos, tácticas y
políticas de actuación. Se necesita de una visión previa, y de una
formulación y desarrollo estratégico de la empresa. Se debe partir de
una buena definición de la misión, y la planificación posterior está condicionada por dicha definición.1 La Comisión de la Unión Europea sugiere la siguiente definición: «Se considerará empresa toda entidad,
independientemente de su forma jurídica, que ejerza una actividad
económica. En particular, se considerarán empresas las entidades que
ejerzan una actividad artesanal u otras actividades a título individual o familiar, las sociedades de personas, y las asociaciones que ejerzan una actividad económica de forma regular».2
De acuerdo al Derecho internacional, la empresa es el conjunto de capital, administración y trabajo dedicados a satisfacer una necesidad en el mercado.3
Un diccionario legal de EE. UU. las
define como: “an economic organization or activity; especially: a
business organization” (una organización o actividad económica;
especialmente una organización de negocios).4
Otra definición -con un sentido más académico y de uso general entre sociólogos- es: “Grupo social en el que a través de la administración de sus recursos, del capital y del trabajo, se producen bienes o servicios tendientes a la satisfacción de las necesidades de una comunidad. Conjunto de actividades humanas organizadas con el fin de producir bienes o servicios”.5
Una empresa es una organización o institución dedicada a actividades o persecución de fines económicos o comerciales para satisfacer las necesidades de bienes o servicios de los solicitantes, a la par de asegurar la continuidad de la estructura productivo-comercial así como sus necesarias inversiones
¿QUE ES EMPRENDIMIENTO?
El término emprendedor, del francés entrepreneur, es usado para referirse a un individuo que organiza y opera una o varias empresas, asumiendo cierto riesgo financiero en ello.
Fue definido por primera vez por el economista anglo-francés Richard Cantillon como
«la persona que paga un cierto precio para revender un producto a un
precio incierto, por ende tomando decisiones acerca de la obtención y el
uso de recursos, y admitiendo consecuentemente el riesgo en el
emprendimiento».
Otros estudiosos han definido este término de distintas manerasEl término emprendedor deriva de la voz castellana emprender, que proviene del latín, coger o tomar, aplicándose originalmente –tanto en España como en otros países– a los que entonces eran considerados aventureros,
principalmente militares, término que posteriormente pasó a tener
connotaciones comerciales. La palabra fue definida por primera vez en
el Diccionario de autoridades de 1732, todavía con esa connotación, como: "La persona que emprende y se determina a hacer y ejecutar, con resolución y empeño, alguna operación considerable y ardua".1 También se le describe como "Señor esforzado y emprendedor de hazañas notables, como su padre".2
Ese sentido y evolución está estrechamente relacionado con el vocablo francés entrepreneur,
que surge a principios del siglo XVI. Posteriormente, a principios del
siglo XVIII, los franceses extendieron el significado del término a los
constructores de puentes y caminos, y a los arquitectos.
Así, L'Encyclopédie define el término entrepreneur como «se dice por lo general del que se encarga de una obra: se dice un emprendedor de manufacturas, un emprendedor de construcciones, un manufacturador, un albañil contratista».3
La traducción de la frase anterior no es sencilla, dado que el sentido
de las palabras ha cambiado, pero se ha sugerido que el sentido de la
frase francesa –a diferencia de la hispana– se relaciona con la persona
que obtiene un contrato con otros y está a cargo de su ejecución, lo que
en España se denominaba en aquellos tiempos "maestros de obra"
–personajes tales como Carlín o Alonso Rodríguez– o un contratista en su sentido original: quienes recibían contratos reales –en el sistema de la Casa de Contratación de Indias–
y, en general, quienes contrataban la producción de algunos bienes por
encargo. El elemento de riesgo no aparece aún, dado que tales personajes
financiaban sus actividades sobre la existencia de un contrato con alguna autoridad, y así, sus ingresos estaban por lo general asegurados.4
Posteriormente, ese sentido de «entrepreneur» se generalizó para identificar tomadores de riesgos económicos.
Jean-Baptiste Say jugó
un papel importante en esa generalización, haciendo en 1803 explícito y
coherente ese nuevo sentido. En su “Traité d'économie politique”,5 (traduciendo al español sus dichos), puede decirse que Say presentó al “entrepreneur” (en castellano, empresario6) como el que “dirige una empresa, especialmente un contratista, actuando como intermediario entre el capital y el trabajo”.7
Se hace notar que es raro que tales empresarios sean tan pobres que no
posean siquiera parte del capital que emplean; sin embargo, para Say lo
importante es que “el empresario está expuesto a todos los riesgos, por
lo que se aprovecha de todo lo que puede serle favorable”.
Esa concepción perduró hasta comienzos del siglo XX, y se puede resumir
como la del propietario que maneja empresas y asume riesgos. Esta
connotación aún perdura como sentido general de la palabra en países de
habla hispana.8
No obstante, esto empieza a cambiar con Joseph Schumpeter, quien sugiere que invenciones e innovaciones son la clave del crecimiento económico,9
y quienes implementan ese cambio de manera práctica son los
emprendedores. Para Schumpeter, la clave de este concepto es la
capacidad de transformar innovaciones desde un invento a un producto
práctico, lo que implica un alto riesgo económico. En palabras de Eudald
Domènech: “La innovación por la innovación misma no sirve para nada.
Innovar es crear productos que hagan la vida más fácil.”10
Así, en la concepción moderna, el entrepreneur/emprendedor pasa de ser
principalmente un tomador de riesgos económicos, y en general, a un innovador.11 Por ejemplo, se ha sugerido que Henry Ford no llegó a ser un emprendedor en 1903, cuando comenzó a producir automóviles, sino en 1908-9, cuando comenzó a producir el modelo T, introduciendo la producción en cadena,
y resultando ambas innovaciones en una revolución (un cambio
cualitativo) tanto en la industria como en la sociedad estadounidense.
En otras palabras, se sugiere que la diferencia central entre personas del tipo de por ejemplo Bill Gates o Steve Jobs y
otros, no es que ellos sean los únicos dispuestos a tomar riesgos o
capaces de ello, sino que estos personajes –motivados no necesariamente
en forma principal por las ganancias–12
fueron capaces de introducir innovaciones que modificaron profundamente
algún área económica o la sociedad entera. Posteriormente aparecerán
otros que copian o adoptan esas innovaciones, quienes también asumen un
riesgo, pero no necesariamente son –según esta concepción– verdaderos
emprendedores, sino más bien hombres de negocios, comerciantes o empresarios.13
Ése es el sentido central de la concepción schumpeteriana en relación al emprendedor: los entrepreneurs son
aquellos capaces de, superando resistencias, incorporar tales
innovaciones a los procesos del mundo real: “la gran mayoría de los
cambios en las comodidades del consumo han sido forzados por los
productores sobre los consumidores, los que, más a menudo que no, han
resistido el cambio, y han tenido que ser educados por las elaboradas
técnicas psicológicas de la publicidad”.14
Esta visión, del emprendedor como creador de colores especialmente materiales,15 o desarrollo económico,16
puede ser concebida como un retorno al espíritu del término hispano
primigenio, cuando se aplicaba a quienes crearan los elementos físicos
básicos –desde catedrales y palacios a máquinas y sistemas de
organización– de la Edad Moderna. Hay quienes, con en ese espíritu, en la actualidad consideran al emprendedor como un héroe cultural.171819 Según Fernando Giner y Grima,
el emprendimiento no es una moda política, es el espacio económico
creativo que ha generado el enorme cambio tecnológico, que suponen las
tecnologías de la información, y el agujero negro provocado por la falta
de crédito a las pymes, tras la crisis financiera de 2008.20, entre ellos:
1803: Jean-Baptiste Say:
Un emprendedor es un agente económico que une todos los medios de
producción, la tierra de uno, el trabajo de otro y el capital de un
tercero y produce un producto. Mediante la venta de un producto en el
mercado, paga la renta de la tierra, el salario de sus empleados,
interés en el capital y su provecho es el remanente. Intercambia
recursos económicos desde un área de baja productividad hacia un área de
alta productividad y alto rendimiento.
1934: Joseph Alois Schumpeter:
Los emprendedores son innovadores que buscan destruir el statu-quo de
los productos y servicios existentes para crear nuevos productos y
servicios.
1964: Peter Druker:
Un emprendedor busca el cambio, responde a él y explota sus
oportunidades. La innovación es una herramienta específica de un
emprendedor, por ende el emprendedor efectivo convierte una fuente en un
recurso.
1975: Howard Stevenson: El emprendimiento es la búsqueda de oportunidades independientemente de los recursos controlados inicialmente
BIEN
ResponderEliminar5.0
LE FALTA COLOCAR LOS GADGET